PREGÓN DE LA FIESTA DE SAN JUAN BOSCO 27.01.1996

 

PREGÓN DE LA FIESTA DE SAN JUAN BOSCO 27.01.1996

El 27/1/1996, se celebró en el Auditórium de la Casa Salesiana de Cádiz, el Pregón de las Fiestas de San Juan Bosco, han pasado 28 años de ese evento, hace unos días encontré el archivo informático con el contenido que expuse en ese acto, no puede menos que sonreír, al comprobar el formato en que estaba guardado, WordPerfect 5.1; el procesador de texto más utilizado en la época, eso sí nada que ver con los que usamos en la actualidad.

Sin embargo el contenido es totalmente actual, un recorrido por la vida y obra de D. Bosco y los Salesianos, especialmente en Cádiz, aquel año hubo pregón, hubo anunció de la Fiesta de San Juan Bosco, y me cupo el honor de hacerlo a mí, me presentó D. Rafael Tinoco Polanco, miembro de la APA y Cooperador Salesiano. El texto tanto por el contexto del momento, como por su contenido, se convierte en una fuente histórica de carácter secundario, que nos puede permitir como se celebraba la fiesta del Santo Fundador en ese momento. No he modificado, ni una palabra del contenido, os lo dejo tal y como se pudo oír aquel 27 de enero. Incluyo también algunas fotografías del acto y la tarjeta de invitación. 

Transcribo a continuación  la reseña que aparece en el libro de Crónicas de la Casa del 27/1/1996:

"A las 20,30 ha tenido lugar el "I Pregón de D. Bosco". A iniciativa de algunos grupos de la familia salesiana, se dado comienzo con buen pie, a esta iniciativa. El primer pregonero a sido Manuel Holgado García, jefe de estudios de la sección de BUP-COU. Antiguo alumno de esta casa, en la que realizó todos sus estudios hasta la Universidad. D. Manuel es gran conocedor de nuestra obra en general, y de la casa de Cádiz en particular. Historiador como es ha hecho una completa relación de la vida y obra de nuestro fundador. Fue presentado por D. Rafael Tinoco, cooperador salesiano y responsable local de los grupos Hogares D. Bosco. Tas la actuación del pregonero, el grupo de madres, "Mamá Margarita" ofreció un recitan de canciones a todos los asistentes. La asistencia este acto ha sido casi completa, ya que el salón teatro presentaba un aspecto de "lleno" con pocos asientos vacíos..."

TEXTO DEL CONTENIDO DEL PREGÓN:

"Sr. Director, Salesianos, miembros de la familia salesiana, amigos todos,

Si grande fue la honra que sentí cuando D. Francisco Vázquez, me encomendó la tarea de pronunciar el Primer Pregón de San Juan Bosco, a fuerza de ser sincero, debo decir que no menos grande fue mi sorpresa, cuando aquella mañana lluviosa, justo antes de comenzar la tarea diaria, recibí tan insospechada propuesta. Tengo el sentimiento que la misión encomendada rebasa con mucho mis capacidades, y lo que es todavía más evidente, mis merecimientos.

Gracias Rafael, por tus palabras de presentación, que agradezco sinceramente.


Hay pregoneros de siempre, oradores exaltados, poetas insignes, esta labor es más apropiada para aquellos que dominan la creación literaria y artística, y mi oficio como sabéis, es enseñar, ayudar a los alumnos a comprender el presente desde el conocimiento de la historia, por eso mi pregón más que una loa de carácter literario, pretende ser el análisis de un proceso histórico, el de la vida y la obra de Don Bosco.

Por otra parte, no puedo olvidar que pregonar, es dar pública noticia de algo, avisar de un determinado suceso, pero es además ensalzar un acontecimiento, una circunstancia, una proeza. Mi intención es, por tanto alabar, enaltecer la figura de nuestro fundador desde su conocimiento. 

No dudo que muchas de las cosas que aquí diré son conocidas por todos, probablemente repetiré lo que otros han dicho y escrito, quizás de la misma o quizás de otra manera, pero lo importante, a mi entender es poner de nuevo de actualidad la figura de D. Bosco.

Juan Bosco como sabemos, nació en agosto de 1815, en Becchi, cerca de Castelnuovo de Asti, en el seno de una humilde familia cristiana, huérfano de padre con apenas dos años, se educó en un ambiente sencillo entre los niños de la aldea, compartiendo inquietudes, juegos y proezas, cuidando animales.., fue considerado uno de los mejores buscadores de nidos de la chiquillería; muy joven, quiso instruir a sus compañeros, organizaba espectáculos en los que insertaba oraciones y resúmenes de los sermones oídos. El sueño de los nueve años fue considerado hasta su muerte como una invitación de Cristo a tomar sobre sí la responsabilidad de los niños abandonados.

Fue introducido en el estudio de las lenguas clásicas por Don Calosso, quien pronto comprendió las enormes posibilidades que ofrecía entonces el joven Juan.

Estudió humanidades en el colegio de Chieri, cuatro cursos en dos años, 1831 y 1832, y el curso de retórica en 1833-34,  donde se muestra como un joven inteligente (lee y traduce un párrafo de un libro que no tiene en las manos), diestro (hábil en juegos de magia), deportista (desafía victorioso un saltimbanqui) y compañero incondicional, fundó la Sociedad de la Alegría, para pertenecer a ella decía: "basta con cumplir bien los deberes religiosos y escolares y estar siempre alegres".

En abril de 1834 pensó en ingresar en la orden franciscana, sin embargo orientado por Don Caffaso, su director espiritual, en noviembre de 1835 ingresa en el seminario, seis años en los que estudia filosofía y teología, no perdió el tiempo, no ansiaba otra cosa que, para completar sus estudios, dedicarse a extensas lecturas, sobre todo de historia eclesiástica.

El 5 de junio de 1841, fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Turín, los propósitos de su ordenación y los consejos que su madre le dió en esta ocasión fueron el distintivo de su programa sacerdotal: trabajar, sufrir y  evangelizar.

El 8 de diciembre de 1841 se encuentra con Bartolomé Garelli en la Iglesia de San Francisco de Asís, en Turín, muchacho pobre y abandonado, el tipo de joven al cual dedicaría toda su vida y como recogen las constituciones salesianas, art.º 4, huérfano, obrero, de una formación religiosa muy deficiente, sin apoyo en la ciudad, completamente inadaptado al medio ambiente de adulto e incluso al de la niñez "normal"; entonces Don Bosco es alumno del "Convictorio eclesiástico", residencia donde completaba sus estudios sacerdotales por consejo de Don Caffaso.


Con Garelli, fundó el Oratorio en febrero de 1842, el número de jóvenes era de más de 20; "Oratorio", como lo llamó Don Bosco, en recuerdo del nombre que San Felipe Neri daba a las reuniones de cristianos; reunía a chicos que en general eran trabajadores de la construcción, picapedreros, empedradores, estuquistas, la mayor parte de ellos abandonados. Para trasformar a esta masa, Don Bosco reclutó a jóvenes irreprochables en moral y conducta  y muy dinámicos.

El contenido de las reuniones consistía en paseos, juegos, cantos, catecismo y sacramentos; durante la semana Don Bosco se preocupaba por la vida profesional de sus jóvenes.

D. Bosco los visitaba en los desvanes que les servían de vivienda, sin más luz ni ventilación que las buhardillas de los tejados, comprobaba sus estrecheces, la suciedad, el hambre, el hacinamiento. Por las calles grupos de jóvenes vagabundean sin trabajo, blasfeman, se insultan y pelean, fruto de su abandono.

Visita las cárceles, a muchos los atrae con su bondad y comprueba " que algunos al salir estaban dispuestos a cambiar de vida, pero al poco tiempo terminaban de nuevo por volver allí", percatándose de lo inútil del sistema represivo.

La experiencia, el choque con la brutal realidad social va robusteciendo en él el firme deseo de contribuir en la medida de sus fuerzas, a la mejora de aquella sociedad, a la superación de tanta explotación, de tanta injusticia.

El 4 de noviembre confesaba a su amigo y paisano Juan Filipello "quiero entregar toda mi vida a los jóvenes"

Pobre en medios, pero rico en dé, comenzó su obra, y precisamente por esa  pobreza de medios, la comenzó pobremente, con sus oratorios errantes, de prado en prado, oratorios que el consideraba "parroquias de los que no tienen parroquias", incluso lo tacharon de loco, hasta que alquiló finalmente  a principios de 1846, en Valdocco, un barrio de las afueras de Turín, el cobertizo Pinardi y algunos terrenos lindantes..

En 1847, D. Bosco abrió la Casa del Oratorio de San Francisco de Sales, un refugio para jóvenes sin hogar, en ese año fueron recogidos 7 jóvenes, 15 en el año siguiente, 30 en 1849, 76 en 1853, 199 en 1857 y 600 en 1861; él número no cesaba de aumentar.

Después de la obra de los oratorios, un paso más, los jóvenes sin una capacitación profesional adecuada son presa fácil de patrones desaprensivos y sufren las burlas, las humillaciones y los malos tratos de los compañeros más veteranos, a los que el tiempo sin cultura no ha logrado hacer más humanos.

 La capacitación técnica será la mejor defensa que pueda poner en sus manos. Y después de varios ensayos de contratos de aprendizaje con los patronos, posible antecedente de la alternancia escuela-empresa, ensayos que no dieron el resultado apetecido, Don Bosco, que ya había realizado un ensayo de clases nocturnas en el invierno de 1845 a 1846, decidió crear sus propias escuelas profesionales: en 1853 funda el taller de zapatería y sastrería, en el 54 el de encuadernación, en el 56 el de carpintería y el de imprenta , tras laboriosas negociaciones con las autoridades para conseguir el permiso y poder sufragar los costes económicos, en 1861, un año más tarde, el de cerrajería, base de los futuros talleres de mecánica.

Quiso contar con sus propios maestros de taller, para garantizar la educación cristiana de la juventud en sus escuelas, para ello integró a religiosos laicos, llamados por el coadjutores, elemento integrante y necesario en la Congregación Salesiana, comprometido con la misma vocación y misión que los sacerdotes consagrados, en 1860 eran dos, en 1870, 23, en 1880, 182 y a la muerte del fundador 284.


El fin de la obra educativa que se proponía no era otro que el de la educación cristiana de la juventud,

La sociedad de la alegría, fundada por D. Bosco en el seminario, era una especie de compañía; las compañías pretendían potenciar las prácticas religiosas y la vida en la fe; Don Bosco implantó las Compañías en sus escuelas, haciéndolas de esta manera el precedente de los actuales grupos de fe.

En 1847 D. Bosco acogió a un joven estudiante, el hogar de estudiantes estaba en marcha, 12 en 1850, 35 en 1854 y 171 en 1857-58; por aquel entonces Don Bosco contaba con una Ginmasyum completo, es decir un Bachillerato completo, los estudiantes provenían de ambientes más sanos que los artesanos, del mundo rural y burgués, ponía Don Bosco tres condiciones para su admisión: inteligencia suficiente, piedad profunda y sobre todo deseo  de ser sacerdote, razón por la cual se fundó esta escuela; Don Bosco pudo constatar pronto los resultados, numerosas vocaciones para el clero secular y para su futura congregación y profesionales civiles que, al ejercer sus carreras, manifestaban una adhesión firme a la Iglesia.

Ante el problema social, Don Bosco, antes de que la Iglesia publicase oficialmente  su postura en la Encíclica Rerum Novarum (1891), optó por la fórmula de la beneficencia social, atender a los grupos más marginados, pero supo intuir con el paso del tiempo la tendencia más moderna, conseguir a través de la educación y la instrucción de los jóvenes, futuros obreros con una preparación especializada, tanto profesional como moral, y con ello la elevación de su status social y económico,  enmarcando este objetivo dentro de un planteamiento inequívocamente religioso.

D. Bosco es el práctico genial de la educación. No se preocupó tanto de escribir su sistema como de realizarlo en una comunidad trasmisora de sus ideas: la Congregación Salesiana.

Su difusión de la verdad y el bien le llevó a editar periódicos, colecciones o bibliotecas de clásicos latinos, griegos, italianos, etc.

En marzo de 1853 comienza la publicación de las "lecturas católicas", entregas mensuales de obritas divulgadoras en defensa de la verdad católica, con un promedio de 12.000 suscriptores.

Pronto comprendió que se necesitaba colaboradores y así fundó la Congregación Salesiana (Pía Sociedad de San Francisco de Sales), el 18 de diciembre de 1859 es la fecha de constitución formal, previamente tuvo una entrevista con el Papa Pío IX que le comprendió y le animó a fundar la sociedad religiosa. El 13 de julio de 1864 se promulgó el Decreto de Alabanza (Decretum Laudis) para la Sociedad Salesiana, siendo aprobada definitivamente en 1874.

El 5 de agosto de 1872, profesan las primeras hermanas, entre ellas la cofundadora María Dominica Mazarello, fundándose el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, las religiosas de Don Bosco o Salesianas.

En 1876, Don Bosco, fundó la Pía Unión de los Cooperadores Salesianos; desde el principio Don Bosco había buscado la fórmula de integrar a los seglares en la misión y el apostolado de los jóvenes; tardó más de diez años en conseguir la autorización Papal de esta especie de Tercera Orden, con un campo de acción análogo al del salesiano consagrado, con los mismos métodos y bajo la misma dirección.

Don Bosco soñó toda su vida con ser misionero, cuando fundó la congregación Salesiana siguió pensando en las misiones; en 1875 partió hacia América la primera expedición, primero Argentina, luego Uruguay, después Brasil, Chile y Ecuador; ese mismo año la Congregación abrió la casa de Niza, en Francia; en 1881 la de Utrera en España, ese mismo año se dan los primeros pasos para instalarse en Portugal y en 1887 en Inglaterra y Bélgica

Don Bosco muere en 1888, dejó en América unos 150 salesianos y 50 hijas de María Auxiliadora, de un total de 1049 salesianos y 393 salesianas, con 109 casas abiertas.

El futuro de la Congregación estaba asegurado, los documentos de aceptación por la Santa Sede expedidos y los principios educativos sólidamente establecidos.

Sus escritos no forman una sistematización pedagógica propiamente dicha, él fue un práctico que triunfó, pero lo que nos dejó encierra la  esencia de su práctica educativa: el Sistema Preventivo en la educación de la juventud, un pequeño tratado, escrito en 1877, que sirve de prologo a los Reglamentos y donde se concentra la justificación pedagógica de los mismos.

Su principio fundamental se comprendía en esta fórmula: "perfeccionar cuanto sea posible al hombre en esta vida para elevarlo a Dios, su último fin", Don Bosco escogió la pastoral de la educación: "evangelizar educando y educar evangelizando", se propone, pues, perfeccionar al hombre en todas sus partes: en su cuerpo, en su alma, en su inteligencia y en su corazón, es decir, una educación armónica e integral

Notemos cómo Don Bosco no sólo no descuida el cultivo del cuerpo, sino que aplica los métodos más actuales de la pedagogía para el perfeccionamiento del mismo: "debe darse a los alumnos amplia libertad para correr, saltar, gritar y divertirse a su gusto; la gimnasia, la música, la declamación y los paseos son medios eficacísimos para mantener la disciplina y coadyuvar a la moralidad y a la salud de los alumnos." porque el cuerpo es el instrumento del alma, el tabernáculo donde ella habita, debe crecer sano y vigoroso para que sea su compañero fiel, la educación física y fisiológica debe procurar hacer al cuerpo resistente para el trabajo, ágil y equilibrado.

La educación de la inteligencia, es decir, la formación cultural del hombre, completa y desarrolla todos los ámbitos del intelecto.

La educación moral comprendía a todas las demás para valorizar la personalidad humana

El sacerdote y salesiano Rodolfo Fierro afirmaba en 1906: "De los colegios salesianos deben salir jóvenes con un cuerpo vigoroso, digna morada del alma, inteligencia capaz de discurrir y escudriñar, de corazón recto, encaminado hacia el bien: robustos, trabajadores y virtuosos".

El propio Don Bosco decía: "El sistema preventivo consiste  en dar a conocer  las prescripciones y reglamentos de un colegio y vigilar después de manera que los alumnos tengan siempre sobre sí el ojo del director o de los asistentes, los cuales hablan como padres amorosos, sirven de guía en toda circunstancia y corrigen con amabilidad; que es como decir, poner a los niños en la imposibilidad de faltar"

Más vale prevenir que reprimir, prevenir el error, con la instrucción; el vicio con la infusión de hábitos buenos; las faltas con la vigilancia amorosa, asistencia como él la llamaba.

El sistema se basa en la trilogía razón, religión y amor, tres pilares que no pueden disgregarse, pues faltando uno de ellos perdería el sistema su característica más acusada.

El primer fundamento de la escuela salesiana es salvar a la infancia de la corrupción a que está expuesta y preparar al hombre para la vida social, desarrollando en el futuro ciudadano el hábito del respeto a las leyes y  la conciencia de sus deberes, la escuela salesiana debe ser la escuela del amor y debe tender a desarrollar en el muchacho a todo el hombre, es necesaria, decía Don Bosco, porque "la naturaleza elástica y delicada del muchacho está dispuesta a recibir todas las impresiones".

Idealista en las concepciones y lleno de sentido práctico en las empresas aportó a la educación un método o mejor, sistema, que es un milagro de intuición y captación intelectual. Descubrió que no se mejora a los seres humanos privándolos de libertad e iniciativa, sino otorgándoles confianza en la medida de lo posible, ayudándolos a afirmarse ante los compañeros y ante sí mismos y haciéndoles gustar la alegría de ser apreciados, de ser útiles y hacer algo positivo para ellos mismos y para los demás.

A la muerte de Don Bosco, en 1888 , ya funcionan en España varias Casas, la de Utrera en fundada en 1881 y la de Sarriá en 1884.


La idea de abrir una casa salesiana en Cádiz surge en la década de los 80 del siglo XIX, el ejemplo de la cercana y recién creada Casa de Utrera, dedicada a la educación humana y cristiana de la juventud, era lo suficientemente atractivo.

 Dª Ana de Viya, apoyada por Félix Soto, (Canónigo de la Catedral gaditana), visitaron a Don Bosco en Turín  entre los años 1886 y 1887, solicitándole abrir la Casa de Cádiz; pese a la falta de personal y las dificultades del idioma, gracias a la mediación de Don Ernesto Oberti, destinado entonces en Utrera, se consiguió que en 1901 la Congregación aceptase la apertura.

En Marzo de 1904, se entregó a la Comunidad Salesiana, entonces dirigida por D. Joaquín Bressan,  el edificio principal que estaba todavía en obras, el mismo edificio que fue remodelado al cumplirse el centenario de la llegada a España por Cádiz, de los primeros salesianos con destino a Utrera,

En septiembre del mismo año comenzaban a impartirse las primeras clases. Una segunda parte del edificio, casi tan grande como la primera, fue finalizada en 1912; este anexo fue demolido en la década de los 60.

En 1907, Don Bosco es declarado Venerable

El llamado entonces "Asilo-Escuela San Ignacio", estaba dedicado fundamentalmente a niños procedentes de los grupos sociales más modestos, la enseñanza, incluso el alojamiento y manutención eran gratis. Los gastos que ocasionaba eran sufragados en su totalidad por D. Ana, cuya fortuna estaba siempre dispuesta a cualquier tipo de obra de beneficencia o religiosa; es lógico, pues, que sus restos mortales reposen definitivamente en la cripta de la Catedral.

Tras la muerte de Dª Ana, los problemas de sostenimiento económico fueron muy graves; se trasladó al Asilo-Escuela el aspirantado o noviciado menor de la Inspectoría, su presencia junto con algunas becas costeadas por cooperadores gaditanos permitieron sostener en la década de los 20 la institución.

En 1928, por primera vez, el Estado Español regula los estudios de Formación Profesional, por aquel entonces eran ya nueves escuelas profesionales salesianas en España.

En 1929, Don Bosco es proclamado Beato.

Los Salesianos de Cádiz concertaron con la Diputación Gaditana convertir el Asilo-Escuela en hospicio provincial, lo cual aseguraría su funcionamiento, sólo se mantuvo entre 1929 y 1931. Este año se erige el Monumento a D. Bosco ante la fachada del edificio principal.

El 1 de abril de 1934, el día de Pascua, Don Bosco es proclamado Santo por el Papa Pío XI, quien siendo un joven sacerdote le había visitado en Turín en el año 1883.

Durante los años de la contienda civil, el colegio acoge niños internos enviados por el Auxilio Social; una vez terminada la guerra, son los niños del Patronato de San Pedro y Pablo, los que acuden al mismo; posteriormente, durante los años 40 y parte de los 50 son los Huertanos de suboficiales y militares del ejercito los que acuden al colegio; estos alumnos más los aspirantes componen el grupo de 261 internos que hubo en el curso 55-56.

Entre la promulgación del estatuto de Formación Profesional y 1955 se fundan en España otras 25 escuelas, casi una por curso; ese mismo año se promulga en España una ley que ordena la Formación Profesional.

Don Bosco es proclamado Patrón de los aprendices  españoles en 1960, en nuestra escuela; durante esta década, son los becarios del P.I.O. y de Astilleros, los que acuden mayoritariamente al Colegio, que paulatinamente va formalizando acuerdos de subvención con el Estado que garantizan una enseñanza gratuita en unos casos y semi gratuita en otros, con lo que no se pierde el carácter popular de los alumnos. Esta situación se mantiene hasta la década de los 80, en que la nueva legislación, la LODE establece el actual régimen de Concierto Educativos.

Los edificios primitivos se van quedando pequeños y anticuados para las nuevas necesidades y así en el curso 63-64 se construye el pabellón de Enseñanza Primaria, en el 65-66, comienzan a funcionar las actuales aulas y talleres de Formación Profesional; paralelamente se ha producido la expropiación y urbanización del Polígono de San José, parte de la finca comprada por Dª Ana para el Asilo; en el curso 69-70 se construyó el edificio destinado a Bachillerato. El edificio dedicado a administración, residencia y asociaciones, la construcción de las pistas polideportivas, el Salón de Actos y el Pabellón Deportivo, son inaugurados en los años 70.

 Las clases de la Enseñanza Primaria comienzan en octubre de 1904, cuando 203 alumnos, divididos en 3 clases, inauguran el Centro. El número de alumnos se mantuvo estable hasta los años 60; en el curso 65-66, el número de alumnos es de 343, divididos en 6 clases. La reforma educativa de los años 70, elevó el número de clases en EGB a 32, con casi 1300 alumnos.

 La Formación Profesional comienza con unos pequeños talleres de Carpintería, Sastrería y Zapatería en 1905; años más tarde se crea el taller de Imprenta y Encuadernación; cuando Dª Ana muere, el número de artesanos o aprendices era de 60; en 1945 se creó el taller de Mecánica, ampliado con una sección de Electricidad en 1947, en este curso los aprendices son 283. La nueva ley de Formación Profesional de 1955, hace que el Colegio homologue e imparta las especialidades de Metal (ajuste, torno y fresa),  Electricidad (instalador y bobinador), Madera, Delineación (industrial y de construcción). Los tradicionales talleres de imprenta y encuadernación, zapatería e incluso de carpintería van desapareciendo progresivamente. En 1968 se creó la especialidad de Electrónica, a la vez que en el colegio se imparten los dos grados de Oficialía y Maestría Industrial.

El Bachillerato es la sección más joven del Centro, tiene su origen en 1960  y su consolidación en 1966, con la creación de la Sección Filial número 1 del Instituto Columela. En Junio de 1976, finaliza el COU la primera promoción del Centro; ese mismo año había comenzado a impartirse el BUP.

Las actividades extraescolares y complementarias siempre han tenido un lugar en el Centro, la Banda de Música, cuyos instrumentos fueron traídos de Italia, comenzó a funcionar en 1907; con la ampliación del edificio se destinó un lugar para Teatro, y no había fiesta escolar, civil o religiosa, que no contase con una velada teatral entre sus actos conmemorativos, las excursiones, las exposiciones, son una constante a lo largo de la vida del Centro, con ello no se ha hecho más que seguir al pie de la letra las ideas de Don Bosco.

Las enseñanzas no regladas, para satisfacer las necesidades de jóvenes y mayores de los barrios cercanos, nacen casi con el Colegio; ya en enero de 1905, comienzan las clases nocturnas, con varios grupos: cultura general, gramática e idiomas, nociones de taquimecanografía y cálculo mercantil, constituyen el precedente más lejano de la actual Juventud'85.

Don Bosco no quiso que su obra con los jóvenes terminase con los días de escuela; propició la Asociación de los Antiguos Alumnos, con el fin de que continuaran vinculados a la familia salesiana, en Cádiz, aparecen en los años 20 y sin interrupción han formado una parte inseparable de nuestra casa, ellos dieron a la luz la revista "Don Bosco en Cádiz", que se imprimía en nuestros talleres, y que es el origen de la actual "Don Bosco en España", órgano de comunicación de todos los Antiguos Alumnos de nuestro país.

El artista y el genio se perpetúan en sus creaciones, el científico en sus descubrimientos, el hombre en su prole, Don Bosco en su obra. Los salesianos han educado en Cádiz a más de 20000 jóvenes y la sociedad gaditana se lo ha reconocido al otorgar al Colegio la medalla de oro de la ciudad y la placa de plata de la provincia en el año 1988, con motivo del centenario de la muerte del fundador.

No podemos terminar esta reflexión sobre la vida y obra de Don Bosco y los salesianos, sin hacer una mención a Ella, a María Auxiliadora; ya en el sueño de los 9 años, Cristo se presenta como el Hijo de Aquella a quien Mamá Margarita le acostumbró a saludar tres veces al día; María le acompaño siempre; y al final de su vida, mirando sorprendido por el resultado de su acción, buscó la explicación: María es la Madre y Maestra de su obra. Ella lo ha hecho todo. Por ello no hay mejor sitio para la mencionada medalla de la ciudad que el pecho de su imagen, centro geográfico y espiritual de la Casa.

Decía al principio que pregonar es también anunciar, valgan estas palabras finales para anunciar a toda la familia salesiana, los actos y fiestas en honor de nuestro santo fundador, nuestro guía y padre, el Triduo y los actos del día 31 en especial la Eucaristía de Acción de Gracias.

Debo callar ya, el pregón debe finalizar y este maestro, cumplido lo mejor que supo el trabajo encomendado, se retira con un sentimiento imborrable, para que todos nosotros, la familia salesiana de Cádiz, gocemos y participemos de la fiesta, la fiesta en honor de nuestro Santo Patrón San Juan Bosco".

 

 

                    En Cádiz, a veintisiete de enero de 1996

                                       Manuel Holgado García

                     Antiguo Alumno y Profesor de esta Casa.

 

    

 

Comentarios