EL CULTO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN LA CASA SALESIANA DE CÁDIZ,
UN ANÁLISIS DE SU IMAGEN Y SU RETABLO
Don Bosco, en el
periodo que estuvo completando su formación sacerdotal en la Residencia Eclesiástica
de Turín (1842-44), en que estuvo dirigido espiritualmente por D. José Cafasso,
consolidó el amor y la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Don Bosco, propagó esta devoción siguiendo las líneas propias del momento, promoviendo la celebración del culto y divulgándola mediante escritos, asumiendo la construcción de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Roma, aceptando el encargo del Papa León XIII, en 1880 y del templo expiatorio del Tibidabo, en 1886, en su visita a Barcelona, en ese lugar pequeña ermita neogótica se inauguró solo meses más tarde, aunque el templo no se iniciaría hasta 1902 y se terminó en 1961.
Jesús, en su expresión
Eucarística es uno de los pilares de la educación salesiana y hay una relación
intrínseca entre esta y la devoción al Sagrado Corazón, en palabras del propio
D. Bosco, que se dirigía así a los muchachos del Oratorio:
“Os
diré que esta fiesta pretende celebrar con un recuerdo especial el amor que
Jesús manifestó a los hombres. Fue extraordinariamente grande el amor que Jesús
nos tuvo en su encarnación y en su nacimiento, durante su vida y predicación, y
particularmente en su pasión y muerte. Y como la sede del amor es el corazón,
por eso se venera el Sagrado Corazón” (Memorias
Biográficas de Don Bosco, Volumen 11, p. 216).
Por otra parte, el
culto y la devoción al Sagrado Corazón, se impulsó en España, en 2009, se
consagró España a esta advocación por el Alfonso XIII. Hay monumentos de
estatuaria publica en su honor, erigidos en diversas ciudades (San Fernando,
1954; Jerez, 1929 y 1941; en Cádiz el grupo escultórico realizado por Mariano
Benlliure, y pensado para un monumento público se coloco en la capilla de San
Firmo en la catedral gaditana); el desarrollo de esta devoción en los años 40 y
50 fue exponencial.
Sabemos que, en la casa
salesiana de Cádiz, la fiesta de Sagrado Corazón se celebraba con solemnidad y
se le daba una importancia acorde a esta propuesta educativa del Fundador, así
se recoge en las crónicas de finales de la década de los 40.
Crónica del 6/6/1948: “Fiesta trasladada del Sagrado Corazón. Misa
solemne de tres oficiada y predicada por el Sr. Catequista. A continuación, se
juega un partido de futbol entre dos selecciones de las compañías…. Gana la del
Santísimo por 3-0. Después de la comida un poco de descanso en el estudio,
mientras varios grupos se dedican a levantar altares para la procesión. Son
cinco: ante el cuadro de María Auxiliadora y ante el comedor de artesanos. En
el patio de D. Savio. En el de los externos y ante el monumento de D. Bosco. Es
de aplaudir la rapidez y el buen gusto con el que se hicieron. Los patios también
se adornaron lo mejor que se pudo. La procesión de 7 a 8, puntual. Por la
noche, después de la cena se tuvo una velada, actuó la Banda, Rondalla, poesía
y dos cuadritos y cantos…. terminó a las 11,10 quedando todos muy contentos”
Al año siguiente
encontramos este programa de actos,
impreso en los talleres de la escuela, en formato de 15,5 x 10,5 cm, cuatro
hojas (de ellas tres impresas en tinta azul, con una imagen en hueco grabado
sobre esta advocación), vertical, plegado, para el domingo, 17/7/1949, Fiesta trasladada del Deífico Corazón de
Jesús.
Entre las actividades a
desarrollar
“A
las 7 de la tarde. Procesión con el Santísimo Sacramento por los patios del
colegio…
A
las 9 de la tarde. Hermosa Función de Teatro, según este Programa: …”
Dos observaciones que
puedo extraer de estas citas:
1.
La procesión del Sagrado Corazón, que se
realizaba por el interior de la escuela, era una procesión con Jesús
Sacramentado, una especie de “Corpus Escolar” con altares y todo, y el grupo
que animaba la fiesta era la Compañía del Santísimo (pastoral escolar
participativa), lo que reafirma esa unión entre Jesús Sacramentado y el Sagrado
Corazón de Jesús.
2.
La Fiesta del Sagrado Corazón, tenía
todos los elementos de la fiesta salesiana: celebrativa, participativa, música,
teatro, deporte.
¿Cuándo
aparece la escultura del Sagrado Corazón en la casa salesiana de Cádiz? ¿Dónde
se veneraba?
Hablemos en primer
lugar de la ubicación, en los años 40, se realizaron los retablos que presidían
la iglesia de la escuela, el retablo mayor, y dos retablos laterales, situados
a ambos lados del presbiterio.
El retablo situado en
el muro lateral del presbiterio en el lado del Evangelio estaba presidido por
el Sagrado Corazón de Jesús, tenemos una fotografía de ese espacio de 1946, que
nos permite afirmar este extremo.
En 1947, la crónica
recogía “Las obras de ampliación de la
iglesia siguen adecuadamente y se encuentran ya próximas a su fin, restado
solamente la pavimentación”. Esta ampliación hay que enmarcarla en el
proyecto de ampliación del edificio originario, y que se vio truncado por la
explosión del 18 de agosto de ese año.
La ampliación de la
iglesia consistía en incorporar a la misma como naves laterales las crujías más
próximas de los patios adyacentes, e incluir como nártex a los pies el pasillo
que comunicaba ambos patios.
Una imagen de 1951, nos
permite observar cómo era la cabecera de la iglesia de la escuela, y su
programa iconográfico, en esta imagen ya aparece la figura de Santo Domingo
Savio, entonces Beato.
También aparece San
José (a la derecha del retablo del altar mayor), su presencia se explica por
ser el patrono de los artesanos, y cuya fiesta se celebraba con gran solemnidad
e importancia y San Francisco de Sales (a la izquierda de dicho retablo). No
será hasta 1969, cuando Juan XXIII declare patrono de los aprendices españoles
a San Juan Bosco.
El derrumbe del techo
de la iglesia, provocó la destrucción del retablo del altar mayor, del que solo
se conserva el Sagrario, y destrozos importantes en los retablos laterales. En
la reforma de 1966, los dos retablos laterales se trasladaron a la nave nártex
situada a los pies del templo, colocándose en los muros testeros de la misma,
en realidad, no eran muros, puesto que las puertas que unían los patios, se mantuvieron,
eso sí cerradas, hasta la reforma del edificio en 1981.
Y entonces ¿qué pasó
con el culto al Sagrado Corazón?, a partir de los años 60, languidece, sin
llegar a desaparecer, pero ya sin la solemnidad y la importancia de los años 40
y 50, la tarjeta postal de 1971, nos permite observar como hay un pequeño altar
efímero, situado en el presbiterio en el lado de la Epístola.
LA IMAGEN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
La imagen del Sagrado
Corazón de Jesús y su retablo se ubicaron en el nártex, en el muro-pared
testero del lado de la Epístola, que daba al patio adyacente del Sagrado
Corazón, y que presidía un panel cerámico lamentablemente desaparecido.
Desconocemos la fecha de la llegada la talla del Sagrado Corazón al centro, obra de talleres artesanales, de tamaño académico y estilo neoclásico, es de madera policromada, estofada y encarnada.
Imagen del Sagrado Corazón de Jesús, 2017.
La representación del
corazón, se explica por el momento en que surge la devoción, en el siglo XVIII,
en ese momento se consideraba que en él radicaban las facultades espirituales
de ser humano.
La imagen situada en la
casa de Cádiz, responde al modelo iconográfico clásico de esta advocación,
representa a Jesús Resucitado con los brazos abiertos en señal de ofrecerse a
la humanidad, sus manos también aparecen abiertas, ofreciéndose y mostrando las
llagas producidas por los clavos.
El rostro tiene una
expresión serena y armónica, su cabello tratado a base de grandes mechones cae
sobre los hombros, su barba abierta en dos. La cabeza se inclina levemente a la
derecha.
Ataviado con un manto,
de amplios y suaves pliegues, abierto en el pecho dejando ver parte de la
túnica, pegada al cuerpo, y las mangas.
Sobre la túnica en el pecho, aparece en relieve un corazón, con los símbolos pasionarios, rodeado de la corona de espinas (símbolo de la humillación que se convirtió en gloria y honor), de la llaga situada en la parte inferior derecha del corazón gotea sangre (debería brotar también agua, si seguimos el modelo iconográfico). Del corazón emanan unas ráfagas de rayos dorados pintados.
Sobre el corazón,
aparecen unas llamas, que simbolizan la luz que ilumina el camino de la fe y el
amor encendido que Jesús tiene por todos sus hijos. En medio de ellas, la Cruz,
signo de la redención.
La talla adolece de cierta frontalidad, su esquema compositivo es triangular, y simétrico (los brazos se extienden a cada lado de igual).
La flexión de la rodilla izquierda provoca una sensación de dinamismo en la figura (como si avanzara hacia los fieles), y que los pliegues, suaves, se orienten a la izquierda y que el contorno regular de la figura deje un espacio abierto en la parte inferior derecha, en la que solo se puede observar la parte delantera del pie derecho (lugar objeto de la veneración y devoción de los fieles en los besa pies, y que muestra a pesar de su reciente restauración la desaparición de la policromía).
La figura se apoya, sobre una nube, con forma de ½ huevo inverso, que se sostiene sobre la base formada por un pedestal cuadrangular y dorado.
La policromía actual de
la talla, es suave, predominando los tonos suaves, amarillentos en manto y
túnica, y azulados en el forro de las anchas bocamangas de la túnica y rosa violáceo
en las partes de su forro. Abundan los detalles estofados, con motivos
decorativos de roleos, en las mangas de la túnica y borden del manto, el cuello
de la túnica presenta una cenefa dorada decorada con motivos geométricos.
Ha sido restaurada, a
instancias de la Asociación de Devotos de María Auxiliadora, entre el 23/9/2009
y el 18/1/2010, por el escultor e imaginero gaditano Luis González Bey,
sufragada por los donativos del lampadario (el Sagrado Corazón de la escuela
tiene muchísimos devotos, que acuden con fervor a orar ante Él). En esta
restauración se colocó en la talla una aureola de plata dorada y repujada con
una cruz griega en su interior, obra del orfebre sevillano Antonio Santos, donada
por la ADMA.
EL RETABLO DEL SAGRADO CORAZÓN
La imagen preside el
retablo, realizado en madera de pino, dorada, obra del taller de carpintería de
la escuela profesional de San Ignacio, dirigido en ese momento por el coadjutor
D. Alfonso Pagés; el dorado se realizó en los talleres de la sevillana escuela
de la Trinidad.
Se trata de dos
retablos gemelos de estilo neogótico (característico de la producción de este
taller y muy en boga a fines del XIX y a primera mitad del XX en la zona).
Tanto este retablo como el frontero tienen la misma estructura y diseño.
Las calles laterales se decoran con arquerías ciegas y tracerías; una moldura que las divide a la altura de la base del arco de la hornacina, dejando un panel inferior rectangular alargado y uno superior también rectangular pero apaisado, ambos enmarcados por bandas con fuste rehundido. A media altura de las calles, se colocan otras dos estrechas calles o bandas exteriores que desde un plano inclinado enlazan con la mesa de altar, sobre estos planos se sitúan unos florones decorativos.
El ático del retablo tiene su base en espacio rectangular dividido en tres partes, decorado también con tracerías. El doselete situado sobre la hornacina es de planta poligonal, de cinco lados y fondo plano , decorado en su base con arcos lobulados y recorridos en sus ángulos por esbeltas agujas, que se rematan a modo de pináculos de forma piramidal y cruces en su vértice, otra cruz, se sitúa en el centro del doselete.
Además de las 4 agujas
del doselete, hay otras similares, rematadas en florón, dos a cada lado de la
calle central y otras dos en los extremos de las calles laterales, entre estas
agujas se ubica una crestería calada, que hace de guardapolvo del retablo.
El retablo perdió algunas
piezas (crestería, remates, …) con el derrumbe del techo de la iglesia; después
de más de ocho décadas desde su construcción el dorado se ha perdido en parte;
siendo necesaria la reposición de las piezas perdidas y la restauración de su
dorado.
Durante el directorado de
D. Gustavo Ruiz Martagón, se incentivó la oferta de cultos en la iglesia de la
Casa, se creó un “equipo de la iglesia” que promovió el desarrollo y el cuidado
de todas las celebraciones religiosas; la erección de la iglesia pública como
Santuario Diocesano en 2018, contribuyó al desarrollo de las mismas.
Una de sus líneas de
trabajo, fue retomar los cultos al Sagrado Corazón, después de varias décadas,
volvieron a retomar, fugazmente, su importancia y solemnidad, con la celebración
de un triduo en su honor y la instalación de un altar efímero en el presbiterio
cada año. Un análisis de las orlas de cultos de los cuatro triduos celebrados
entre 2016 y 2019, permiten comprobar la implicación de las asociaciones de la
casa (ADMA, Hermandad de Penitencia, Cooperadores) y estrecha relación entre la
devoción y el culto a Jesús Sacramentado y el Sagrado Corazón, como algo único.
Agradezco a Justo Blázquez, autor
de las orlas de cultos y de algunas de las fotografías, la cesión de las mismas.
DOCUMENTACIÓN:
https://obispadoalcala.org/pdfs/2019-06_Sgdo_Cor_Historia_del_Culto.pdf
2024.06.06 22:30
https://correodiocesano.com/blogdetalle.php?pub=158
2024.06.06 22:22
Copyright Manuel Holgado García, 2024.06.07
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