ICONOGRAFÍA
DE SANTO DOMINGO SAVIO EN LA ESCUELA SALESIANA DE CÁDIZ
Dentro de la pedagogía salesiana, ocupa un lugar importantísimo ofrecer a los jóvenes modelos reconocibles y cercanos a los que imitar en su forma de vivir la espiritualidad y el compromiso.
Tal es el caso de Domingo Savio(2/4/1842 San Giovanni da Riva – Mondomio
9/3/57) ingreso en el Oratorio del Valdocco, el 29/10/54, como estudiante (es
decir como alumno latinista, este nivel educativo, estaba destinado a posibles
aspirantes a los estudios eclesiásticos o de humanidades), en menos de 3 años,
en los que sobresalió por su madurez, profunda y comprometida espiritualidad,
falleciendo con solo 14 años.
Menos de dos años después, en enero de 1959, Don Bosco, publicó su l
biografía “Vita del giovenetto Savio, Domenico”, en la que lo mostraba como un
modelo concreto de espiritualidad, prediciendo que en su momento la Iglesia lo
elevaría a los altares.
Fue así y en 1933, Pio XI lo declaró venerable,
siendo beatificado por Pio XII, el
5/3/ 1950, y canonizado por el mismo pontífice el 12/6/1954.
La presencia física del modelo a imitar, se hizo
entonces una necesidad en todas las casas salesianas, en esta entrada realizo un recorrido por la presencia de este icono en la escuela salesiana de Cádiz.
Su presencia se debe al interés de la Comunidad
Salesiana y en particular del entonces Director de la Casa D. Antonio Sardón
Rodríguez (1949-1952)
TALLA DEL BEATO DOMINGO SAVIO
(1951)
El 8/3/51, llegó a la Casa su
imagen, la primera escultura del entonces Beato, dice la crónica:
“En el Expreso,
12,15, llega el Sr. Geronés, escultor que ha hecho la imagen del Beato Domingo
Savio, con la misma”
“A las 7, bendición de la imagen “apadrinada por
los insignes Coorperadores Salesianos D. Pedro Bugallal y Dª Magdalena Sanjuan;
9/3/51, a las 10,30 “FUNCIÓN SOLEMNE: Con panegírico del Beato por D. José
María Franco Delgado, Canónigo de la S.I.C. e Inspector de 1ª Enseñanza…
procesión por los patios interiores del colegio”
El autor de la talla fue José María Geronés Vallés (Cassá de la Selva (Gerona) 1909 - Sevilla 1995), un coadjutor salesiano,
formado en los talleres salesianos de Sarriá y que dirigió el taller de
escultura de la Casa de la Trinidad entre 1949-1960.
La talla de madera policromada, mide 145 cm de altura, presenta a Domingo
Savio de pie, ataviado con traje de chaqueta oscuro, camisa y corbata, su brazo
izquierdo flexionado lleva la mano sobre el pecho a la altura del corazón, el
brazo derecho extendido paralelo al cuerpo, en su mano sostiene un papel
abierto, en el que puede leerle el lema “estad siempre alegres”, la figura se
apoya sobre una peana con motivos vegetales y florales, motivos que ascienden
paralelamente a la pierna derecha, hasta la altura del muslo.
La escultura carece de espacios abiertos y adolece de una gran frontalidad
y rigidez, con una composición que responde a un eje simétrico que la recorre
verticalmente, y su cabeza se inclina suave y ligeramente a la derecha.
La textura de la obra es pulida y el tratamiento del drapeado es liso, con escasos y suaves pliegues.
Responde pues a un estilo academicista, propio de la producción de estas
escuelas artesanales, acorde con el contexto histórico del momento.
Esta imagen pronto fue entronizada en el altar mayor de la capilla de la
escuela, a mediados de la década de los 50, ya estaba ubicada en el lado
izquierdo a la altura de San Juan Bosco, como podemos observar en las
fotografías de la época.
Esta imagen procesionó por primera vez en 1965, aunque su presencia en la
procesión de María Auxiliadora no fue constante, hasta el año 1976, pronto en
la década de los 80, esta imagen dejó de procesionar, haciéndolo en su lugar
una talla que la casa salesiana de Campano prestaba para la ocasión.
Si se mantuvo su veneración en la capilla de la escuela, en el tercer tramo
de la nave del Evangelio, posteriormente se trasladó durante más de una década
a la capilla Tanguy situada en la zona de la ESO, pasando posteriormente a uno
de los pasillos de la Educación Primaria, a fines de la segunda década de este
siglo, se ha restaurado y repintado, con una policromía más clara, sin que
conozcamos su autor.
El nimbo dorado que rodea la cabeza de la imagen, es de bronce dorado, es
obra de Salvador García y fundido en su taller.
RETABLOS CERÁMICOS DEL CENTENARIO DE DOMINGO SAVIO (1942)
Tras la declaración
de Domingo Savio, como venerable, la presencia de este en las casas salesianas
andaluzas se acrecentó, un medio para ello fue la elaboración de una serie
retablos cerámicos, así en 1942, con motivo del centenario de su nacimiento, se
realizaron en la fábrica sevillana de Ramos Rejano, una serie de azulejos,
pintados por Alfonso Chaves Tejero, que medían 0,75 m. X 1,05 m. (en una composición de 5 x 7
azulejos, cuadrados de 15 cm de lado) y que se distribuyeron por las
escuelas de la zona.
En
el centro, sobre fondo dorado una pintura del rostro y parte del torso de
Domingo Savio (vestido con chaqueta, camisa y pajarita) rodeado de una orla de hojas
de laurel y azucenas. En la base unos roleos dorados y entrelazados, flanqueados
en los laterales y en la base por rosas, dejan una cartela conmemorativa en la
que aparece “DOMINGO SAVIO” en versales y las fechas del nacimiento de Domingo
Savio y la conmemoración de su centenario.
Todo
el conjunto se dispone sobre un fondo azul oscuro alternado con tréboles de 4
hojas con el centro hueco en dos tamaños en azul más claro,
El
panel cerámico se enmarca por dos molduras, la interior dorada y la exterior
decorada con elementos vegetales y geométricos repetidos cíclicamente.
La
obra responde a una estética propia de la cerámica sevillana y de la época, la
definición del rostro de Domingo Savio, adolece de cierto esquematismo.
En
la escuela de Cádiz, fueron dos los paneles cerámicos colocados, durante el
Directorado de D. Antonio Sardón, uno en el patio de Domingo Savio (1950)
profundamente remodelado tras los destrozos producidos por la explosión de
1947, actualmente este mosaico, se mantiene en su ubicación original.
El
otro estuvo colocado en la pared del desaparecido edificio del externado y se
reubicó en la entrada del nuevo edificio construido en 1965, esta ubicación en
altura, con las reformas realizadas en ese espacio, ha quedado desacertada,
dejando el retablo fuera de la visión natural del alumnado.
BUSTO DE SANTO DOMINGO SAVIO (2007)
En 2005 tras la visita de las reliquias
de Santo Domingo Savio a la Casa, se pensó en colocar un monumento en la misma.
La Comunidad Salesiana, encargó la obra al escultor onubense Martín Lagares,
que la modeló en 4/2006.
El busto de cabeza, torso completo y
brazos, realizado en barro cocido, presenta al Santo como un joven actual, con
un tratamiento abocetado en la textura de los ropajes y pulida en cara y manos,
con un libro en la mano izquierda, el giro de la cabeza dota a la obra de un
cierto dinamismo mide (90x50x46 cm)
Dice la crónica del 4/5/2007 “Fiesta Escolar de D.
Savio. Por la tarde y en el Patio Centro Juvenil, desde hoy Patio Domingo
Savio, se celebró la Eucaristía, Don Gregorio (Calama Barés) ha inaugurado
bendiciendo el busto de Domingo Savio, que desde un pedestal presente el
patio”.
Ante la presencia de los alumnos de Ed.
Primaria y con la actuación de la banda de música de la escuela. El pedestal
(de escasa y adecuada altura) es cuadrangular de mampostería y aplacado con
falsa piedra ostionera. Sobre la base y en el frontal está grabada una incisión
a buril, previo a su horneado, "DOMINGO SAVIO" Carece de placa
conmemorativa. La obra preside desde una de las esquinas el patio de su nombre.
El material utilizado (barro cocido) y su
ubicación al aire libre, propicia su deterioro; ha perdido su capa protectora y
demanda una limpieza integral y la reposición de esa protección.
ESCULTURA SANTO DOMINGO SAVIO (2010)
En 2010, el
entonces Director de la Casa, D. Juan Carlos Pérez Godoy, encargó al escultor
Martín Lagares una nueva figura de Santo Domingo Savio, para sustituir a la
colocada en la iglesia y que sirviese para procesionar.
La nueva
escultura, que mide 142 cm, está realizada en resina policromada, a partir de
un original de barro, posteriormente fue destruido. Su diseño y ejecución se
adecúa al momento de su realización y representa al Santo, como un joven
contemporáneo, dinámico y cercano.
Escultura
de Santo Domingo Savio, Martín Lagares, 2010
Ataviado con una
indumentaria, ciertamente podríamos decir “casual”, pantalón y chaqueta abierta
dejando ver una camiseta de cuello redondo, carece la vestimenta de cualquier
adorno y su drapeado es suave, la figura calza zapatos, también sin adornos y
que quedan cubiertos por los pliegues bajos del pantalón en la parte posterior.
El rostro esboza
una ligera sonrisa y el cabello es tratado de forma somera a grandes mechones.
La policromía suave, conseguida a base marrones de diversos tonos y blancos rotos, contribuye a dar esa apariencia de contemporaneidad de la talla. La textura de la obra es pulida en el rostro y manos, sin embargo, mantiene en algunas partes de la figura, la rugosidad propia del modelado en barro, generando una sensación de cierto abocetamiento.
Detalle
figura Santo Domingo Savio, procesión de 2016
La figura se organiza a partir de un eje vertical,
transmitiendo un gran dinamismo que, el escultor consigue con diferentes
elementos, así el contorno de es discontinuo y asimétrico respecto a ese eje.
La pierna izquierda se apoya firmemente en la peana (realizada en el mismo material y un solo bloque) mientras la derecha se flexiona y se atrasa ligeramente, dejando un espacio abierto entre las extremidades y se apoya en una especie de piedra o escalón (también del mismo material y bloque), si el pie izquierdo se dirige al frente el derecho se orienta hacia la izquierda en 60 grados aproximadamente, comenzando una torsión en la figura que ese mantiene hasta los hombros, con el izquierdo más bajo y atrasado, en una suerte de contraposto.
El cuello mantiene esa inclinación, recuperando la horizontalidad con el rostro y su mirada al frente.
El Santo es representado con el brazo izquierdo
semiflexionado y algo separado del cuerpo para acoger y sostener en la mano
derecha un libro, en cuyas páginas abiertas puede leerse el lema “SIEMPRE
ALEGRES”.
El brazo derecho, también semiflexionado se separa del cuerpo, formando un ángulo de 90 grados con el pie izquierdo, y su mano se alarga en un intento de establecer la comunicación con los fieles.
Vista lateral escultura de Santo Domingo Savio, tercer tramo
nave del Evangelio, Santuario de María Auxiliadora, Cádiz, 2017.
La distinta dirección de las partes de la figura además de evitar la sensación de frontalidad, dotan a la figura de movimiento y naturalidad, provocando la creación de múltiples puntos de vista, no en vano se trata de una imagen también pensada para ser colocada sobre un paso procesional.
Paso de Santo Domingo
Savio, procesión de María Auxiliadora, 2016
Carece la figura de placa identificativa o conmemorativa, en
el lateral izquierdo de la base, está grabado con buril (esto procede del modelo
original en barro) la firma del autor. De igual manera carece de nimbo dorado,
proporcionando con ello una mayor sensación de cercanía a los jóvenes fieles.
Copyright Manuel Holgado García, 2024.05.16
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